Al menos 667 personas fueron detenidas en la noche del jueves al viernes, la tercera consecutiva de disturbios tras la muerte de un joven de 17 años, en Nanterre por el disparo de un policía cuando trataba de huir de un control.
El agente fue puesto en prisión preventiva acusado de homicidio voluntario.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, destacó que policías, gendarmes y bomberos han tenidos que “afrontar una violencia infrecuente” y se reportan 250 de ellos heridos.
El presidente Emmanuel Macron convocó a una nueva reunión de crisis luego de tres días de edificios públicos atacados, tiendas saqueadas, vehículos incendiados y multitudinarias protestas.