Rusia suspendió las medidas de seguridad instauradas en Moscú durante la rebelión del grupo paramilitar ‘Wagner’, en un intento por volver a la normalidad tras una inédita crisis que debilitó la imagen del presidente Vladimir Putin.
La rebelión de Yevgueni Prigozhin, un multimillonario que era aliado de Vladimir Putin, duró 24 horas y terminó el sábado por la noche con un acuerdo entre él y el Kremlin, mediado por el presidente bielorruso.
En virtud de ese acuerdo, Prigozhin, jefe de Wagner, obtuvo garantías de inmunidad para él y sus hombres a cambio de poner fin a la sublevación.
Sin embargo, las agencias de prensa rusas indicaron este lunes, citando a una fuente de la Fiscalía general, que “la investigación” contra Prigozhin sigue abierta.