En una elección muy cerrada, con el 99.94% de las casillas computadas, Luiz Inácio Lula da Silva obtuvo el triunfo en la segunda vuelta en las elecciones presidenciales de Brasil con el 50.84% mientras que Jair Bolsonaro se quedó con el 49.16% de los votos.
Bolsonaro es el primer presidente en la historia de ese país que no logra la reelección desde que se aprobó dicha posibilidad en 1997.
Mientras que Lula da Silva, también marcó un precedente, ya que regresa al poder, después de acusaciones de corrupción en su mandato del 2003 al 2010 y pasar 580 días en la cárcel.
Durante su primer discurso, después de que el Tribunal Electoral ratificara su triunfo, el líder de izquierda latinoamericana destacó su resurrección política y afirmó que aunque lo intentaron enterrar vivo, ahora está de vuelta para gobernar nuevamente su país.
Con palabras de aliento a sus seguidores y a todos los brasileños se comprometió a acabar con el hambre y a unir al pueblo brasileño.
“El pueblo desea más libertad, igualdad y fraternidad en nuestro país. El pueblo quiere comer bien, vivir bien, quiere empleo bien remunerado, quiere políticas públicas de calidad, quiere libertad religiosa y libros en lugar de armas”. señaló lula.
Uno de los puntos claves para el triunfo de Lula fue que después de ganar la primera vuelta con el 48.4% de los votos, logró el apoyo de los demás candidatos que habían quedado en el tercera y cuarta posición: Simone Tebet y Ciro Gomes.
Así como el respaldo del expresidente Fernando Henrique Cardoso, un socialdemócrata de 91 años que fue rival político de Lula en el pasado y es respetado en círculos intelectuales.
AMLO celebra el triunfo de su amigo.
Uno de los primeros mandatarios del mundo en felicitar a Lula, fue el presidente de México, mediante un tuit celebró el triunfo de su amigo, bendijo al pueblo brasileño y aseguraba que ahora sí habrá igualdad y humanismo.
Otro mandatario que no tardó en felicitar al brasileño fue Joe Biden, quien manifestó su disposición para trabajar juntos por el bien del continente.