Durante la sesión del Consejo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde se aprobaron reformas a los estatutos internos para permitir la reelección de la dirigencia, el líder tricolor aseguró que desde hace muchos años hay priistas que han sido traidores cínicos y lacayos, y son ellos, quienes han debilitado a ese instituto político.
Afirmó que en su partido se acabaron las “vacas sagradas” y advirtió que irá por los priistas vinculados en el Pemexgate y el asesinato del excandidato presidencial Luis Donaldo Colosio.
Al cerrar los trabajos de la 24 Asamblea Nacional del PRI, afirmó que el peor lastre del priismo fueron aquella “bola de esquiroles, al servicio del gobierno” que “rompieron la unidad a cambio de impunidad”.
Agregó que, a partir de hoy, el PRI impulsará el cambio más profundo del partido, que incluye ir contra quienes le fallen al instituto.
El dirigente priista aseguró a Andrés Manuel López Obrador y a Morena que no respaldarán ninguna de sus reformas, principalmente la del Poder Judicial, y no tendrán en el PRI a un instituto político sumiso.
Cuando el orador informó que quedaban aprobados los estatutos, decenas de militantes colocados en la parte trasera comenzaron a gritar “no reelección”, pues el bloque de adelante estuvo reservado para los cercano a Alejandro Moreno.
Ante la negativa a permitir el ingreso de quienes no son delegados del tricolor, un grupo de militantes intentó entrar por la fuerza al Pepsi Center de la Ciudad de México y rompió una de las puertas de cristal del acceso ubicado sobre la calle de Montecito.