El comisionado de Seguridad Pública de Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros, dijo que siguen las investigaciones para esclarecer la desaparición del obispo emérito de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel y afirmó que no comparten lo dicho por el fiscal de Morelos, Uriel Carmona, de que se trató de un secuestro exprés.
Explicó que hay pruebas de que Salvador Rangel entró voluntariamente a un motel con una persona del mismo sexo y esa persona después se retiró.
Del motel el obispo habría sido llevado al Hospital General de Cuernavaca en mal estado y donde las autoridades lo encontraron despues de haber sido reportado como desaparecido.
Este jueves el obispo fue dado de alta de un hospital privado de Cuernavaca, tras permanecer internado por presuntamente sufrir un secuestro exprés, así como haber sido drogado y golpeado por sus captores.
Su abogado, Luis Alberto Vázquez, dijo que su estado de salud es delicado, que balbucea y le duele el cuerpo.
Agregó que se está incurriendo en un daño moral con las contradicciones y conjeturas a las que han caído la Comisión Estatal de Seguridad y la Fiscalía General de Morelos.
Se espera que en una semana el obispo emérito esté en condiciones de rendir su declaración ministerial.
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