A los 100 años de edad, falleció el expresidente de Estados Unidos, premio Nobel de la Paz por su labor humanitaria.
Estaba en su casa con cuidados paliativos en Plains, Georgia, donde recibía tratamiento por una forma agresiva de cáncer de piel tipo melanoma, con tumores que se habían extendido al hígado y al cerebro.
Jimmy Carter todavía logró emitir su voto en las pasadas elecciones presidenciales.
Durante su mandato, de 1977 a 1981, afrontó una mala economía y la crisis de los rehenes en Irán, pero negoció la paz entre Israel y Egipto.
“Mi padre fue un héroe, no sólo para mí, sino para todos los que creen en la paz, los derechos humanos y el amor desinteresado”, compartió Chip Carter, hijo del expresidente.
“Mis hermanos, mi hermana y yo lo compartimos con el resto del mundo a través de estas creencias comunes. El mundo es nuestra familia por la forma en que unió a la gente, y les damos las gracias por honrar su memoria continuando viviendo estas creencias compartidas”, afirmó.
Carter vivió más tiempo después de su mandato que ningún otro presidente estadounidense al llegar a la edad de 100 años.
En el camino, Carter se ganó la reputación de ser mejor ex Presidente que Presidente, un estatus que no dudó en reconocer.
El pasado 20 de agosto, en conferencia de prensa Carter dijo con buen humor que se sentía “perfectamente en paz con lo que sea que suceda”.
“He tenido una vida maravillosa, he tenido miles de amigos, he llevado una vida emocionante, aventurera y gratificante. Por eso me sentía sorprendentemente tranquilo, mucho más que mi esposa”, expresó. Información: AP, Reuters
