Durante la cumbre de seguridad que se realizó en Londres los participantes acordaron mantener el flujo de ayuda militar a Kiev, incrementar la presión económica sobre Rusia y exigir que cualquier paz duradera debe garantizar la soberanía y la seguridad de Ucrania.
Mientras tanto Francia y Gran Bretaña propusieron una tregua parcial de un mes entre Rusia y Ucrania que no cubriría los combates terrestres, informó el presidente francés, Emmanuel Macron. Según dijo el mandatario, el alto al fuego cubriría los ataques aéreos, marítimos y contra las infraestructuras energéticas.
Más tarde, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski advirtió que “Ucrania no sostendrá un diálogo de paz con Rusia hasta tener garantías de que no habrá otra ofensiva”. Además, se mostró dispuesto a reunirse nuevamente con el mandatario estadounidense Donald Trump, para la firma del acuerdo sobre minerales, paralizado tras la discusión que tuvieron en la Casa Blanca.
Ese día lo que empezó como una reunión cordial se convirtió en un cruce de acusaciones e incluso gritos, en medio de sus diferencias sobre la invasión de Rusia a Ucrania. Mientras Zelenski pidió a Trump no hacer concesiones a “un asesino”, en referencia al líder del Kremlin, Vladimir Putin, Trump defendió que confía en que el mandatario ruso cumpliría con él cualquier compromiso. Trump acusó incluso de “irrespetuoso” y “desagradecido” al jefe de Estado ucraniano sobre la ayuda que Kiev ha recibido durante la guerra en curso.
El inédito encuentro tuvo lugar en la Oficina Oval antes del evento en el que se esperaba que firmaran el pacto sobre la participación de Estados Unidos en la industria minera de Ucrania. Pero Zelenski desafió abiertamente a Trump por su actitud más suave hacia el presidente ruso Vladimir Putin y la discusión, al menos frente a las cámaras, terminó de forma abrupta.
Así se pusieron las cosas: