Informó que dimitirá también como líder del Partido Liberal tan pronto como su formación política elija un sustituto en las próximas semanas a la vez que suspendió las sesiones del Parlamento para evitar una moción de censura.
Tras tres semanas de silencio desde que su viceprimera ministra y ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, dejó el Gobierno entre críticas a las políticas de Trudeau, el líder canadiense convocó este lunes una rueda de prensa para anunciar su decisión.
“Tengo la intención de dimitir como líder del partido y como primer ministro después de que el partido seleccione a su próximo líder mediante un proceso competitivo y riguroso a nivel nacional”, afirmó Trudeau.
“Durante las fiestas, he tenido también la oportunidad de reflexionar y he mantenido largas conversaciones con mi familia sobre mi futuro”, explicó.
Trudeau reconoció que no es “la mejor opción” para que el Partido Liberal gane las próximas elecciones, programadas para octubre de este año, por lo que ha decidido dimitir.
Sobre la renuncia de Trudeau, la Casa Blanca afirmó que el primer ministro canadiense ha sido un “firme amigo” de Estados Unidos. Agregó que el presidente Joe Biden está agradecido por la colaboración de Trudeau y por su compromiso con la defensa de América del Norte frente a las amenazas geopolíticas del siglo XXI.
Por su parte, Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, aprovechó la renuncia de Trudeau, para insistir en su insólita propuesta de fusionar a Canadá con Estados Unidos. Difundió un mensaje donde afirmó que sí Canadá se convierte en el estado 51 de su país no habría aranceles, los impuestos bajarían, y tendrían total seguridad frente a las amenazas de barcos rusos y chinos. Remató con la frase: ¡Qué gran nación seríamos juntos!