En conferencia de prensa el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) confirmó que los mensajes de WhatsApp presentados por el presidente de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa, Alejandro Encinas, no pueden ser incluidos como nuevas pruebas en el caso, ya que no existe manera de comprobar su veracidad.
Francisco Cox Vidal, miembro del GIEI señaló puntos muy específicos de por qué estas capturas de pantalla pueden no ser originales, como la falta de la fecha de la creación de los mensajes, el no poder conocer el tipo de celular que se estaba utilizando, diferencias en la forma de escritura, hasta que hay mensajes escritos después de la fecha del suceso y que las capturas muestran una versión de Whatsapp que no existía en ese momento.
“Hay problemas con la metadata, hay problemas con la consistencia de fechas, hay problemas con el ambiente de Whats App. Si son creados o no son creado, no los sabemos porque no tenemos la fuente original”, señaló el abogado.
El GIEI revisó los 467 mensajes, lo cual derivó en un reporte de 130 páginas donde se señalan las inconsistencias, por lo que los integrantes aseguraron que será necesario investigar “por qué se entregaron estos mensaje, quién los entregó y cómo los obtuvo”.
AMLO defiende a Alejandro Encinas
Después de estas declaraciones del GIEI, el presidente Andrés Manuel López Obrador salió en defensa del subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas y afirmó que él sería incapaz de falsear información por lo que reitero que sus pruebas son sólidas, desacreditó lo dicho por el grupo de expertos, pues destacó que es un golpe del bloque conservador en su contra.
“Le tenemos toda la confianza a Alejandro Encinas, hombre íntegro, recto, incapaz de falsear información y se tienen todos los elementos para sostener la investigación, se van a seguir haciendo averiguaciones y se va a ir consolidando, fortaleciendo esta investigación y se va a hacer justicia”, dijo el mandatario
Y es que de acuerdo a estos mensajes, supuestamente del grupo delincuencial Guerreros Unidos, se daba nueva información sobre la desaparición de los 43 normalistas en Iguala, Guerrero, lo que detonó la detención del ex procurador Jesús Murillo Karam y diversas órdenes de aprensión contra militares.