El Vaticano informó que el Sumo Pontifice no tiene fiebre y no ha necesitado ventilación mecánica por lo que se deduce que ha superado la crisis respiratoria del pasado viernes.
“Las condiciones clínicas del Santo Padre se mantienen estables en la jornada de hoy; el papa no necesitó ventilación mecánica no invasiva, sino solo oxigenoterapia de alto flujo”, se informa en el último parte médico, que destaca también que “dada la complejidad del cuadro clínico, el pronóstico sigue siendo reservado”.
El papa Francisco, que lleva 17 días hospitalizado en la clínica Gemelli, participó en la Santa Misa, junto a quienes lo cuidan durante estos días y “luego ha alternado el descanso con la oración”.
El pontífice, de 88 años, está hospitalizado desde el pasado 14 de febrero por una bronquitis con infección polimicrobiana a la que se sumó una neumonía bilateral.
Fuentes vaticanas indicaron que el papa “desayunó, tomó “un café” y “leyó algunos periódicos”. También recibió la visita, por segunda vez desde su hospitalización, a dos de sus más estrechos colaboradores, el secretario de Estado vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, y el sustituto de la Secretaría de Estado, el venezolano Edgar Peña Parra.
El papa agradeció a los fieles que rezan por su salud: “Siento todo vuestro afecto y vuestra cercanía y, en este momento particular, me siento como ‘llevado’ y sostenido por todo el Pueblo de Dios. ¡Gracias a todos!”, destacó.
Y no se olvidó de orar por la paz: “Desde aquí la guerra parece aún más absurda. Rezamos por la atormentada Ucrania, por Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, Kivu”, indicó en el texto del rezo dominical difundido por la Santa Sede
