El volcán Kilauea, ubicado en Hawái, entró en una nueva erupción el jueves por la noche y generó fuentes de lava en el cráter Halemaumau, que han llegado hasta los 306 metros de altura.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, la columna eruptiva alcanzó al menos 5000 metros sobre el nivel del suelo.
También explicó que los altos niveles de gas volcánico principalmente vapor de agua, dióxido de carbono y dióxido de azufre, constituyen el principal riesgo para los residentes de los alrededores porque pueden causar problemas respiratorios.
Asimismo, detalló que “persisten otros peligros significativos en torno a la caldera del Kilauea, como la inestabilidad de la pared del cráter, el agrietamiento del terreno y los desprendimientos de rocas, que pueden verse agravados por los terremotos en la zona cerrada al público”.
La actividad volcánica ha sido una constante en esta zona desde una erupción más potente ocurrida en diciembre del año pasado, con fenómenos recurrentes que han durado alrededor de un día.