El asesinato de cino jóvenes en Nuevo Laredo el pasado 26 de febrero, fue una ejecución, reconoció Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación.
Entrevistado en la Cámara de Diputados, a donde acudió a presentar el proyecto de Ley de Memoria, Encinas afirmó que los jóvenes asesinados en Tamaulipas ni estaban armados ni se enfrentaron a militares, fueron ejecutados. Sobre los militares responsables, dijo: “Quien infringe la ley y comete un delito, debe cumplir con su responsabilidad”. Actualmente, hay cuatro militares detenidos por este caso.
Sin embargo, negó ahondar en sus declaraciones hasta que tengan el informe que le encargaron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pero reiteró que no se trató de un enfrentamiento.
En un comunicado, la Sedena había informado que los soldados le marcaron el alto a los jóvenes pero estos huyeron; los soldados, según la Sedena, dispararon contra la camioneta en la que viajaban los jóvenes al escuchar un estruendo provocado porque en la huida chocaron, pero activistas aseguran que los tripulantes de la unidad no estaban armados y venían de una fiesta y a pesar de ello los militares dispararon.
Ejército exige al presidente los proteja
El caso se viralizó porque familiares de las víctimas grabaron el momento en que reclamaron a los soldados por el asesinato y estos los ahuyentaron a balazos.
El 12 de marzo, miembros del Ejército y sus familias marcharon para protestar por las instrucciones contradictorias que reciben y reclamaron que mientras les piden repeler ataques, son encarcelados por hacerlo. En el mitín, exigieron al presidente proteger al Ejército en su papel de Comandante de las Fuerzas Armadas.