Este día se alinearon el Sol, la Tierra y la Luna, quedando esta en medio, desde el punto más lejano de la órbita terrestre. Por ello no llegó a cubrir completamente el Sol al pasar entre este y la Tierra, dejando un anillo de luz solar visible a todo su alrededor llamado: anillo de fuego.
Este gran espectáculo de la naturaleza fue visible en varios puntos de México.
En la península de Yucatán, se pudo observar por completo. En Ciudad de México, la Luna ocultó al Sol en un 70 por ciento y comenzó a ocurrir a partir de las 9:36 de la mañana y su punto máximo fue a las 11:08 horas.
Alrededor de 70 mil personas se reunieron en las islas de Ciudad Universitaria de la UNAM para ver el eclipse. La Universidad y el Comité Nacional d Eclipses México obsequiaron 6 mil lentes con filtros certificados para ver el espectáculo. También montaron telescopios que pudieron usar los presentes.
El eclipse duró cerca de tres horas y fue presenciado en otros países del norte, centro y sur del continente americano.
En México no ocurría un fenómeno similar desde el 10 de junio de 2002. Los próximos eclipses que se verán en el país serán en 2052, cuando se observará uno anular, y un eclipse total en 2056.
Mitos de los eclipses
En diversas civilizaciones los eclipses, especialmente los solares, eran presagios de desastres naturales o eventos catastróficos.
Los mexicas creían que una deidad mordía al sol y los chinos concebían la idea de un dragón que engullía el sol, anticipando que sus rugidos marcarían su liberación.
Para especialistas en esoterismo y en astrología en un eclipse no se recomienda hacer rituales, no es bueno sacar oráculos, ni tarot, lo mejor es guardarse, meditar y asimilar la energía que se libera durante el fenómeno.
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