El presidente electo de Estados Unidos nuevamente advirtió que cuando tome posesión impondrá aranceles sustanciales a México y Canadá. Además, ahora salió con la ocurrencia de cambiarle el nombre al Golfo de México por el Golfo de América. Dijo que suena hermoso y es apropiado porque abarca mucho territorio.
En una larga platica con periodistas, Trump se negó a descartar el uso de la acción militar o económica para conseguir que su país obtenga el control del Canal de Panamá y Groenlandia, parte de una agenda que ha promovido desde que ganó las elecciones del 5 de noviembre.
También retomó la idea de convertir a Canadá en un estado de Estados Unidos y dijo que exigiría un gasto en defensa mucho mayor a los aliados de la OTAN.
Sobre México dijo: “Tenemos un déficit enorme con México, y ayudamos mucho a México. Esencialmente están dirigidos por los cárteles, y no podemos dejar que eso ocurra, porque México tiene realmente problemas, muchos problemas, es un lugar muy peligroso”.
A dos semanas de su toma de posesión, Trump ha empezado a esbozar una política exterior agresiva sin tener en cuenta las consideraciones diplomáticas o las preocupaciones de los aliados de Estados Unidos.
La respuesta de México
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, dijo que hay que tener sangre fría y sabiduría mexicana, y que no pueden estar contestando las declaraciones todos los días.
Y agregó: “Si nos viésemos dentro de 30 años, el Golfo de México se va a seguir llamando Golfo de México, pero no nos vamos a engarzar en ese debate, lo que vamos a hacer es proteger la relación que tenemos los dos países”.