En Sinaloa, miles de personas salieron nuevamente a las calles para marchar por la paz y la justicia en Culiacán, en esta ocasión no solo fue por lo niños Gael y Alexander asesinados por civiles armados, fue por todos los desaparecidos y muertos que ha dejado la guerra entre los Chapitos y los Mayos, y para exigir la salida del gobernador Rubén Rocha Moya.
Fueron familias enteras, mujeres, niños, hombres y adultos mayores, muchos de ellos vestidos de blanco y portando globos del mismo color, marcharon por Culiacán ante la falta de resultados por parte de las autoridades estatales y federales para frenar esta ola de violencia que ha cobrado la vida de más de 800 personas desde septiembre de 2024 y más de mil están desaparecidas.
El conflicto se desató tras la captura el 25 de julio de 2024 del cofundador del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, tras ser presuntamente secuestrado en Culiacán y llevado a Estados Unidos en un avión privado por un hijo de su antiguo socio, Joaquín “El Chapo” Guzmán, en prisión perpetua en ese país.
La marcha avanzó por la avenida Obregón, desde la Catedral hasta el templo de la Lomita.
“Fuera Rocha” y “Sacaremos a ese buey de Sinaloa”, fueron algunas de las consignas de los inconformes, que también quemaron una piñata con la imagen del gobernador.
Otro grupo de ciudadanos llegó hasta el palacio municipal de Culiacán donde pegó carteles y pintó paredes.
Esta es la segunda marcha que se realiza en menos de cuatro días en Culiacán, la primera, ocurrió el jueves 23, que terminó con la irrupción de manifestantes en el Palacio de Gobierno.