Miles de personas salieron a las calles de la capital de Sinaloa para exigir un alto a la violencia y justicia para los menores Gael de 12 años y Alexander de 9, atacados el domingo pasado en el fraccionamiento Los Ángeles, donde también murió su padre Antonio Sarmiento, de 41 años.

En la marcha participaron niños, estudiantes, padres de familia, maestros y ciudadanos en general.
Inició en la escuela primaria “Sócrates” donde estudiaban los menores y donde les rindieron un homenaje, además de un pase de lista.
“Ya no queremos más luto en Sinaloa. Estamos cansados, ya no queremos vivir con miedo, queremos paz”, dijo durante la protesta Víctor Manuel Aispuro, director de la escuela.
Luego caminaron al Palacio de Gobierno donde exigieron la salida del gobernador Rubén Rocha Moya, algunas personas trataron de ingresar a las oficinas, pero se los impidieron.
Los manifestantes rompieron una puerta de cristal y causaron destrozos.
La muerte de los dos niños y su padre generó indignación en Culiacán donde se contabilizan unos 750 asesinatos y casi 900 desaparecidos desde septiembre pasado por una guerra entre los llamados “Chapitos” y “Los Mayos”.
Tras la protesta, el vocero de la gobernación, Feliciano Castro, dijo que el Ejecutivo federal designó un cuerpo especial para investigar el triple homicidio.