Tras ganar el Supe Bowl, la cantante bajó a la cancha, abrazó a su novio Travis Kelce y lo besó en el campo del Allegiant Stadium
Momentos antes, sonrió con los ojos empañados por las lágrimas mientras estaba de pie junto a la madre de Kelce y él sostenía en alto el trofeo Lombardi, gritando “¡Nación de los Chiefs!”, y un coro de “Viva Las Vegas”.
Desde un palco, Swift celebró con sus amigas Blake Lively, Ice Spice y Lana Del Rey, quienes la llenaron de abrazos cuando los Chiefs anotaron el touchdown de la victoria en tiempo extra, desatado por una jugada clave de Kelce.
Es el segundo título consecutivo de los Chiefs en el Super Bowl, pero el primero desde que Swift se convirtió en fan número uno cuando ella y Kelce comenzaron su relación, poco antes de que iniciará la temporada.
Taylor Swift voló en un avión privado a través de nueve zonas horarias desde el último de sus cuatro conciertos en el Tokyo Dome en Japón para llegar unas dos horas antes del inicio del partido.
Como si fuera una película de Hollywood celebraron la victoria y el amor.