El gallo crítico.
Los avances tecnológicos, las redes sociales, la información que se genera segundo a segundo, las generaciones más despiertas en temas relacionados con la tecnología.
Un mundo que corre sin dar aviso para hombres, mujeres, latín americanos, europeos, asiáticos o africanos, un mundo lleno de personas que tienen que estar actualizadas e informadas, pero más allá de eso que pueden conocer a fondo temas que en muchas ocasiones no hubiésemos pensado en ellos y que la juventud ya es conocedora y casi experta de los mismos.
En España los padres de familia quieren posponer el acceso a los celulares a los adolescentes hasta los 16 años, les preocupan las posibles adiciones, el acoso, la exposición al porno o los problemas de salud que han aumentado desde la pandemia.
Es un tema complejo los expertos hoy a la fecha no se ponen de acuerdo, aunque coinciden que lo más difícil no es vetar si no educar.
Lo importante es cual es la mejor estrategia para poder dar acceso a los celulares a los adolescentes, la edad típica o promedio para que los adolescentes ya tengan un celular es aproximadamente a los 12 años, tiempo en donde empiezan la secundaria, no significa que todos lo utilicen, pero si dos de cada tres ya lo usan y dos años después es casi seguro que la mayoría tenga acceso a los celulares.
Muchos padres piensan que es demasiado pronto, pero la presión social de los padres en pensar que sus hijos son los únicos que no cuentan con celular puede ser algo considerable para ellos.
Los padres están preocupados ya que no saben que problemas puedan tener sus hijos al contar desde temprana edad con un celular ya que a esa edad los padres no lo tenían y si sumamos a los medios de comunicación que brindan información catastrófica, se vuelve una bomba de tiempo.
¿Cuántas horas son las que podrían ser las adecuadas? ¿la facilidad de ver videos o mensajes hasta altas horas de la noche es lo correcto?
Lo que les preocupa exactamente a los padres es: la adicción a algo nuevo, las redes sociales que pueden estar asociadas a la salud mental como son tus amigos viajeros, cuantos “likes” recibes, la vida de fábula que se muestra y la realidad que posiblemente el chico (a) no tengan.
Sin dejar a un lado el tema del acceso a la pornografía y los temas que dan pavor como es de los pederastas y pedófilos, que son gente adulta que busca contactar a los jóvenes a través de las redes sociales.
Los padres deben estar informados de todos los peligros que un celular pueda originar a las chicas y chicos observar con detenimiento la posible presencia de conductas adictivas en los jóvenes y cómo poder reaccionar y actuar a las mismas.
Además de educar a los hijos e hijas de los temas que al tener un dispositivo de estos podrían presentarse y explicarles lo bueno y lo malo de las redes sociales, la posible recepción de videos y mensajes peligrosos.
La digitalización de la sociedad es irreparable, algunos expertos comentan que el retrasar la entrega del celular a los adolescentes hasta la edad de los 16 no lo hace desaparecer simplemente lo retrasa.
Cada adolescente es una casuística diferente, no olvidemos que los adolescentes tienen derechos y capacidad de decidir, nos guste o no.
Como padres es intentar conversar con sus hijos sobre los retos que hay y decidir en conjunto cuales son los mejores pasos, la razón de contar con un dispositivo disponible, la comunicación que pueden tener y confiar en los hijos, así como también considerar a los celulares como una ventana a oportunidades.
El miedo que puedan tener los padres al entregar un celular a sus hijos es para afrontar y estar alerta del miedo y a no para ser paralizados por el mismo.
Es un tema preocupante pero que me gustaría que nos diéramos a la tarea que pronto ese momento llegará y que deberemos estar preparados e informados para reaccionar, educar, comentar y llegar a un acuerdo entre ambas partes de las reglas del uso del celular sean en beneficio de todos.
Hasta aquí, el Gallo Crítico.