Villahermosa y otros cinco municipios del estado vivieron la noche del viernes tres intentos de motín, también hubo 15 vehículos incendiados en narcobloqueos y al menos tres personas muertas.
Los disturbios comenzaron en el fraccionamiento Campestre, donde vive el Secretario de Seguridad Pública estatal, Hernán Bermúdez, quien dijo que los escoltas asignados a resguardar su casa dispararon contra los ocupantes de dos coches que se perseguían entre ellos y que ingresaron al fraccionamiento, pero después huyeron.
Los intentos de motín los atribuyó a la “falsa versión” de que él había sido el objetivo de la balacera.
En Cárdenas, policías fueron desarmados; en Huimanguillo, murió un preso; en Paraíso, la Marina atendió varios disturbios y en el penal de Villahermosa se confirmó un muerto y tres heridos.
Los coches incendiados eran de particulares, así como de empresas privadas, también fue incendiada una tienda de conveniencia y se registró un ataque a balazos en una gasolinera en el Periférico de Villahermosa, donde a unos metros del establecimiento murió una mujer al interior de su vehículo presuntamente por una bala perdida.
Respecto los responsables de los “actos vandálicos”, el Secretario de Seguridad afirmó que se trata de grupos locales que mantienen disputas entre ellos.
En medio de esta jornada violenta, el sábado el pánico se desató en plenas compras navideñas en el centro de Villahermosa, cuando un hombre arrojó un cohete y gritó que había una balacera, de inmediato decenas de personas corrieron a buscar refugio. Las autoridades informaron que en ningún momento hubo detonaciones de armas de fuego.
Ante este escenario y sin aludir a la violencia, el gobernador de Tabasco, Carlos Merino, recibió al presidente Andrés Manuel López Obrador en la Estación Chontalpa, donde acudió a supervisar el avance del Tren Interoceánico.
Más tarde el gobernador emitió un mensaje de lo ocurrido: