La isla que se formó a unos mil 200 kilómetros al sur de Tokio a raíz de la erupción de un volcán submarino a finales de octubre sigue expandiéndose y la actividad sísmica en la zona no cesa.
La Guardia Costera de Japón ha grabado en los últimos días nuevas imágenes que muestran que la nueva ínsula, frente a la costa sur de la isla de Ioto (también conocida como Iwo Jima), mide ya 450 metros de norte a sur y 200 metros de este a oeste.
El cráter continúa activo, escupiendo magma y piedra pómez, y las columnas eruptivas alcanzan hasta los 200 metros de altura.
Ceniza volcánica y arena son arrojadas al aire cada pocos minutos y sigue elevándose vapor de agua.
Erupciones en la zona ya habían tenido lugar antes de la del pasado octubre, aunque sin el nivel suficiente para que el magma crease nuevas islas, según explicó el doctor en vulcanología y profesor asociado en el Instituto de Investigación de Terremotos de la Universidad de Tokio Fukashi Maeno.
Información: EFE