Este Día de Muertos miles de personas acuden a los panteones de todo el país para arreglar las tumbas de sus seres queridos, llevarles flores, dejar alguna ofrenda o hasta llevarles música. Otros en casa hacen sus rituales con altares alusivos a los que ya se fueron y que a decir de muchos están en un lugar mejor.
En San Andrés Mixquic, en la alcaldía Tláhuac, los habitantes preparan la lumbrada, que consiste en iluminar con veladoras el camino a los muertos para regresar al Mictlán, el lugar en el inframundo al que llegan las ánimas.
En la Zócalo de la Ciudad de México se instaló una ofrenda monumental que rinde homenaje a Francisco Villa, líder revolucionario mexicano, con una figura de cartonería de 17 metros de altura y una locomotora adornada con un altar y flores de cempasúchil.