Hace una semana el huracán “Otis” categoría 5 impactó Acapulco y sus inmediaciones con fuertes lluvias y vientos de más de 270 kilómetros por hora. Después de unas horas la destrucción era evidente sobre todo en la llamada zona Diamante y en las colonias populares.
Según las autoridades, el pasó de “Otis” ha dejado 46 personas sin vida y 58 no localizadas. Se estima que hay un millón de damnificados en las zonas afectadas del estado de Guerrero.
Siete días después de este devastador huracán se sabe que hay siete mil hectáreas de construcciones destruidas o dañadas y alrededor de 900 kilómetros de calles y caminos inundados o afectados.
Pero lo daños no son solo en Acapulco, en Coyuca de Benítez la ayuda comenzó a llegar a través de la carretera luego de que fue reabierta. Ajuchitlán del Progreso sigue incomunicado y está recibido apoyo vía aérea.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, dijo que en un plazo de 10 a 15 días algunas cadenas comerciales volverán a operar y contarán con el resguardo de elementos de seguridad para evitar que haya más actos de rapiña.
La Comisión Federal de Electricidad estima que este miércoles quedará restablecido el suministro de energía en su totalidad, luego de que más de medio millón de usuarios se quedaron sin luz.
Lo cierto es que la recuperación de Acapulco será lenta y costosa afectando a miles de personas que viven del turismo y todo lo que se le relaciona.