Allan “N” seguirá en el penal de Barrientos, en el Estado de México, luego de que una jueza de control determinó que había elementos para considerar que, el joven de 18 años, estuvo en el lugar del crimen, en casa de la víctima en el fraccionamiento Condado de Sayavedra, la tarde del 12 de septiembre.
Entre los datos de prueba presentados fueron fundamentales las declaraciones de la trabajadora doméstica, quien señaló que el día del crimen Allan se presentó al domicilio y tenía una actitud nerviosa. Esta persona también identificó en videos al joven, luego de que fue captado entrando al fraccionamiento, minutos antes del crimen.
También se dio a conocer que el imputado presuntamente habría robado la computadora personal de la joven y después del crimen le mandó mensajes de WhatsApp desde ese equipo a la mamá de Ana María diciéndole: “Ya no puedo estar sola, adiós, mamá, despídeme de papá”, tratando de hacer pasar la situación como un suicidio.
Según los dictámenes periciales, Ana María presentaba golpes en la cabeza y murió por asfixia.
El imputado escuchó atento la relatoría que hizo la jueza sobre el caso y se reservó su derecha a declarar.
La jueza dio un plazo de tres meses para el periodo del cierre de investigación.