Este primero de enero, en el congreso brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, realizó su juramento como nuevo presidente de Brasil, su tercer mandato al frente de esta nación.
El izquierdista brasileño se comprometió a reconstruir a Brasil, después de un gobierno de Jair Bolsonaro que catalogó como un “proyecto de destrucción nacional”.
“Prometo mantener, defender y cumplir la constitución, observar las leyes, promover el bien general del pueblo brasileño, apoyar la unidad, la integridad y la independencia de Brasil”, dijo Lula da Silva.
Ya en su primer discurso frente a miles de brasileños reunidos en Brasilia, llegó el momento emotivo cuando con lágrimas en los ojos lamentó que se haya regresado a un régimen de hambre.
“Asumo el compromiso ante ustedes de combatir día y noche todas las formas de desigualdades en nuestro país, de renta, de género, de raza, en el mercado de trabajo, en la representación política, en la salud, en la educación”, aseguró.
Lula da Silva tomó protesta a su nuevo gabinete conformado por 37 hombres y mujeres que le ayudarán en su proyecto de “Unión y Reconstrucción”.
Lula no tardo nada en revocar algunas medidas dictadas por el expresidente Jair Bolsonaro, quien no acudió a la toma de protesta de su predecesor y prefirió viajar a Estados Unidos.
Entre las cosas que ya vetó Lula da Silva fueron medidas sobre la compra de armas y creación de clubes de tiro. En cuestión de medio ambiente, detuvo la deforestación de la Amazonia. Y quitó la reserva de información que Bolsonaro había pedido para que no se conocieran datos sobre su salud.
AMLO envía felicitación a Lula da Silva y anuncia su deseo de venir pronto a México.
Aunque en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador, acudió su esposa Beatriz Gutierrez Müller, hoy por la mañana el mandatario mostró su alegría por el nuevo gobierno de Lula da Silva y reconoció que lo logró con ayuda del pueblo, pese a todo el dinero que se invirtió para que no lograra gobernar.
“Estamos muy contentos con la llegada del presidente Lula, que fue todo un acontecimiento, porque es el regreso de un proyecto popular, no oligárquico y el presidente Lula enfrentó una envestida muy fuerte que lo llevó a la cárcel, pero el resistió y salió para volver a gobernar Brasil”