En medio de una ceremonia nunca antes vista, el cuerpo del Papa Francisco fue trasladado de la Casa Santa Marta, donde vivió 12 años, hasta la Basílica de San Pedro para 3 días de velación.
Decenas de cardenales encabezaron la procesión con el tañer de las campanas en señal de duelo por la Plaza de los Protomártires Romanos.
Luego el féretro de Papa salió en hombros de los llamados “sediarios” custodiado por elementos de la Guardia Suiza.
La procesión y el ataúd pasó por el Arco de las Campanas hasta la Basílica de San Pedro, en un trayecto que duró alrededor de 20 minutos.
En la Plaza de San Pedro miles de personas esperaron, presenciaron y aplaudieron solemnemente al paso de la procesión y de los restos del Papa.
Ya en el interior de la Basílica el féretro fue colocado sobre una base en la parte central del templo a donde Francisco regresó por última vez.
A partir de ahora miles de personas desfilarán por tres ías delante de los restos del Papa para darle el último adiós al quedar instalada la Capilla Ardiente.