Las ocho llegadas en primer lugar de esta temporada, su menor total de victorias desde 2020, le fueron suficientes para ganar su cuarto campeonato consecutivo de F1 el sábado por la noche con su solvente manejo en el Gran Premio de Las Vegas.
Solo necesitaba terminar por delante de Lando Norris de McLaren para sellar el título con dos carreras restantes en la temporada, y lo hizo con un quinto lugar que era todo lo que necesitaba en un año en el que el dominio de Red Bull fue puesto a prueba por Ferrari, McLaren y Mercedes.
El campeonato hizo de Verstappen apenas el sexto piloto en la historia de la F1 en ganar cuatro o más títulos, añadiéndo a la lista que incluye a los grandes de todos los tiempos Michael Schumacher, Lewis Hamilton, Alain Prost, Sebastian Vettel y Juan Manuel Fangio.
El año comenzó con siete victorias en las primeras 10 carreras que le dieron a Verstappen una ventaja dominante en la clasificación de pilotos. Pero esa séptima victoria fue en junio y, a medida que la competencia le hacía sombra a Red Bull, Verstappen se encontró atrapado en una racha de 10 carreras sin ganar y con Norris recortando la ventaja del campeonato.
Fue su recuperación en Brasil a principios de este mes para su primera victoria en meses lo que enderezó el rumbo.
“Por supuesto. Quiero decir, fue una temporada muy desafiante”, dijo el neerlandés de 27 años. “Creo que también como persona, a veces es muy desafiante y tuve que mantener la calma. Y creo que de alguna manera, por supuesto, todavía prefiero la temporada pasada. Disfruté mucho de eso”.
“Me gustaría ganar otros 10 campeonatos, pero sé que no voy a estar en la Fórmula 1 en 10 años”, concluyó Verstappen antes de irse a celebrar en la ciudad del pecado.