Con un alcance de 260 kilómetros, una ojiva de 450 kilos de explosivos y capacidad para destruir instalaciones subterráneas, son los misiles Storm Shadow de fabricación británica que Ucrania habría disparado contra territorio ruso.
Esto ocurre al día siguiente de disparar misiles estadounidenses, en una escalada que China y varios países latinoamericanos llamaron a frenar.
Varios misiles Storm Shadow fueron disparados contra al menos un objetivo militar ruso, aseguró el diario The Financial Times, citando tres fuentes anónimas, entre ellas un funcionario de un gobierno occidental informado del ataque.
El gobierno británico dio luz verde al uso de estos misiles contra territorio ruso en respuesta al despliegue de tropas norcoreanas para ayudar al ejército ruso, según The Guardian.
Sin embargo, ni Kiev ni Londres confirmaron aún esta información.
Ucrania empleó por primera vez el martes misiles balísticos estadounidenses ATACMS con un alcance de 300 km contra objetivos en dentro de Rusia, que prometió responder “en consecuencia”.
Ucrania también criticó a sus aliados occidentales por el cierre temporal de sus embajadas en Kiev ante el temor a un bombardeo ruso masivo, después de que Ucrania disparó los misiles estadounidenses de largo alcance contra Rusia.