Esto será a partir de noviembre, una vez que el Congreso local haya aprobado reformas al Código Fiscal.
Tendrá un costo de mil 500 pesos y el trámite será automático para aquellos conductores que cuentan con licencia tipo “A” desde hace tres años y no tengan sentencias por delitos asociados a accidentes viales; así como no haber sido sancionado por el alcoholímetro.
En el caso de quienes la soliciten por primera vez o tengan menos de tres años con ella, tendrán que realizar un examen digital.
La licencia permanente será cancelada cuando sea responsable de un hecho de tránsito con víctimas graves o mortales; que haya sido sancionado por el programa conduce sin alcohol; acumulación de infracciones monetarias; invasión de carriles confinados; así como por la reincidencia en el sistema de infracciones o causar daño a mobiliario urbano.
El secretario de Administración y Finanzas de la Ciudad de México, Juan Pablo de Botton, confió que durante el primer año, por la expedición de la licencia permanente, el gobierno capitalino podría llegar a tener un ingreso de hasta mil 500 millones de pesos, mismos que se utilizarán para financiar obras de infraestructura pública de transporte, de movilidad no motorizada y para un programa de seguridad vial.