Morena y sus aliados con la ayuda del senador del PAN, Miguel Ángel Yunes Marquéz, lograron los 86 votos necesarios para obtener la mayoría calificada y aprobar en lo general la reforma judicial.
Fueron 86 votos a favor, 41 votos en contra y cero abstenciones. No votó el senador Daniel Barreda de Movimiento Ciudadano por estar con su papá quien había sido detenido en Campeche.
El voto de la discordia corrió a cargo del senador Yunes Marquéz quien horas antes había pedido licencia al cargo en la Cámara Alta por cuestiones de salud.
Su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, su suplente, rindió protesta de inmediato, flanqueado por los senadores de Morena que lo defendieron porque las bancadas de oposición lo recibieron en el salón de sesiones al grito de traidor.
Ya en la casona de Xicoténcatl, erigida como sede alterna tras el portazo en el edificio de Reforma, apareció el senador Yunes Marquéz quien fijó su posicionamiento. Aseguró no ser un “cobarde ni un traidor” luego de los señalamientos y críticas en su contra.
Y dijo: “En la decisión más difícil de mi vida, he determinado dar mi voto a favor del dictamen para crear un nuevo modelo de impartición de justicia”, por lo que vinieron los aplausos y los abucheos.
Ahora como mero trámite vendrá la discusión en lo particular, pero todo está dicho la reforma judicial va y pasa a los Congresos estatales para su discusión y aprobación.
Se necesita el aval de 17 Congresos de los 32 estados del país y Morena gobierna en 23, así que no se espera ningún obstáculo para que la reforma al Poder Judicial sea una realidad.