Tras el bloqueo al Palacio Legislativo de San Lázaro por cientos de personas en rechazo a la reforma al Poder Judicial, una sede alterna se instaló en la Unidad Deportiva de la Magdalena Mixhuca.
De esta forma la Cámara de Diputados inició el análisis y la discusión de la reforma judicial y se anunció que sería una sola sesión, no dos como se había planteado en un principio.
Sentados en sillas plegables sobre el piso cubierto con fieltro, tablones con manteles guinda para la Mesa Directiva y un micrófono en un pedestal habilitado como tribuna, 372 diputados al pase de lista iniciaron la discusión de la reforma judicial.
Con ella se busca la elección popular de jueces, ministros y magistrados, reducir de 11 a 9 los ministros de la Corte, y desaparecer el Consejo de la Judicatura Federal y, en su lugar, crear un Órgano Administrativo y un Tribunal de Disciplina Judicial.
La oposición presentó dos mociones para devolver el dictamen a comisiones, pero fueron rechazadas.
Morena anunció que haría modificaciones sobre la forma de seleccionar a los jueces e incluir nuevos criterios para impartir justicia.
Para aguantar la sesión incluso les llevaron servicio de banquetes: