Autoridades de este país confirmaron una nueva erupción volcánica en el extremo suroeste de la isla y que ha obligado a evacuar la localidad de Grindavik, que ha vivido episodios similares desde finales de 2023 por la alta actividad magmática.
La Oficina Meteorológica de Islandia registró una erupción minutos después de “una intensa serie de pequeños terremotos” y “un aumento de la presión en los pozos”, signos “claros” de que había comenzado un flujo de magma.
La erupción se produjo en una fisura que se está expandiendo hacia el norte, por lo que no afecta por el momento a Grindavik, y tiene una longitud estimada de 3,9 kilómetros. También ha alertado de que “hay una actividad sísmica considerable en el extremo norte de la fisura”.
La zona había permanecido inactiva durante casi 800 años hasta principios de 2020, cuando comenzó una intensa actividad sísmica en la península, y el magma comenzó a emerger en 2021.