Al menos cinco personas, incluido un bebé de cuatro meses, han fallecido en varias localidades de Oklahoma, debido a los tornados que han afectado la zona, así como otros estados y han causado inundaciones.
Además, hay al menos 30 personas que han resultado heridas y cientos prdieron sus casas o negocios.
El gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, dijo que las autoridades reconstruirán la zona “más fuertes que nunca” tanto en Holdenville como en Sulphur y en “todas las
comunidades que enfrentan pérdidas”.
Tras estas noticias, la Casa Blanca informó que el presidente estadounidense, Joe Biden, ha hablado con Stitt y le ha ofrecido “pleno apoyo al gobierno federal tras los mortales tornados de sábado y domingo en el estado”.
En Texas, Luisiana, Oklhoma, Arkansas, Misuri, Kansas e Illinois más de 22 millones de personas están bajo amenaza de tormentas violentas.